Recorriendo las antiguas callejuelas de Jerusalén, seguía los pasos del profeta; Del controversial rabino en su vía dolorosa. Repetía esas
antiguas oraciones que parecían olvidadas.
Me siento abrigado por un sentimiento de paz como un niño en los brazos
de su madre; Es aquella fe con la que
nací y crecí, es tan parte de mi como mi
identidad misma.
En una esquina la potente voz del almuédano llama a la
oración desde la mezquita y casi extingue las nuestras. Del otro lado de la
calle siento las miradas despectivas de los judíos; O mejor
dicho de la policía Israelí que abría el paso para nuestra procesión.
Me siento acogido y seguro en mi grupo. Los judíos y los
musulmanes son los otros. En ese momento que tres verdades absolutas se
encuentran en el camino, la fe pareciera convertirse en una maldición.
Mi familia (Blanca y Asia) y yo, llevábamos casi
cinco meses viajando por África con destino a Medio Oriente e Israel estaba en
nuestro itinerario. Tras las
pisadas de Moisés cruzamos la frontera
de Egipto con destino a Jerusalén. La
tierra prometida.
Jerusalén una tierra disputada a través de tiempos muy
remotos por diferentes culturas y religiones. Su silencioso testimonio ha visto
nacer religiones y profetas, pero ha
visto morir a muchos más como defensores o víctimas de las mismas.
He visitado muchos centros urbanos de diferentes culturas a
través de mi vida. Unos revelan un pasado glorioso entre sus ruinas
abandonadas, otros apenas y tienen
pequeños vestigios históricos de un mejor pasado, entre una urbanidad del tercer mundo. Pocos se encuentran
en su momento con soberbios monumentos
que vanaglorian sus victorias y
edificaciones que denotan abundancia y
riqueza.
Jerusalén es totalmente distinta a las demás. Jerusalén
pareciera resumir la historia de todos aquellos lugares que fueron y aun son. Jerusalén
ha visto el nacer y el ocaso de arrogantes imperios y culturas. Egipto,
Babilonios, Asirios, Griegos, Romanos, Otomanos, etc. Inclusive da la impresión
de que verá el ocaso de las potencias actuales.
Jerusalén es el corazón de la humanidad misma. Que solo dejará de latir
para dar fin a nuestra civilización.
Masada y vistas
Recuerdo que cuando cruzamos la frontera. Fui cuestionado
por el origen de mi nombre. La religión de mi padre y de mi abuelo. Esto
sucedió debido a que mi aspecto se asemeja a la de una persona de origen semita.
Al llegar al hostal donde nos hospedamos. Conocimos a un
grupo de tres chilenos. Dos de ellos eran hermanastros. Raúl
era hijo de una mujer gentil y vive en España, Deborah su hermana, era hija de una joven mujer judía. Según la lectura que hice de la situación,
Deborah sintió ese fuerte llamado que
sienten muchos judíos en cierto momento de sus vidas. El retorno a la tierra prometida por Jehová al pueblo de
Israel. El otro Chileno era Rodrigo, el
novio de Deborah quien daba la impresión de sentirse rebasado y tal vez
frustrado por no poder comprender como es que su novia renunciaba al mundo
donde nació y vivió toda su vida, dejando atrás todo…….. Inclusive la relación que ellos tenían.
Juntos rentamos un carro para ir a Masada.
La cual escalamos durante el alba,
mientras nos extasiábamos con las impresionantes vistas del desierto y las
hermosas tonalidades que toma durante el amanecer.
Masada
fue el último bastión de los judíos rebeldes al imperio romano hace
dos mil años. Irónicamente sus vestigios denotan una gran influencia romana
debido a que el gran constructor de las ruinas de Masada fue Herodes el grande.
El protegido por los romanos y odiado por el pueblo que gobernaba. El valiente pueblo de Israel que se refugiaba
en Masada, decidió quitarse la vida antes de otorgarle el poder a los romanos de humillarlos y
masacrarlos. Esto representa la antesala
de la diáspora que duró dos mil años y ese
mismo acto de valentía que enorgullece tanto a los judíos hoy en día, les daría
la fortaleza necesaria a muchos de ellos para afrontar las atrocidades que les infringieron los nazis durante la
segunda guerra mundial.
Vistas del desierto desde masada
Desde los pequeños ventanales que aún permanecen en el muro perimetral de la antigua fortaleza, se pueden ver las aguas del mar muerto y por
el otro lado la improvisada rampa de tierra que los romanos construyeron para
subir, con la intención de aniquilar a los revoltosos. Al estar ahí, es
prácticamente imposible no pensar que desde esas mismas ventanas, los rebeldes
observaban el avance romano y el fatídico destino que los esperaba; Orillándolos
a tomar la valiente decisión del suicidio colectivo. El cual consistió en
elegir a unos cuantos para que apuñalaran a todos, a uno de ellos para que
apuñalara a los verdugos y finalmente suicidarse.
Durante nuestra estancia en el área, también visitamos Belén, hoy parte de
palestina y que se encuentra amurallada por Israel para contener a los
palestinos dentro de sus cada vez más reducidos territorios. Conocimos el lugar
donde la esposa de Constantino el grande, (el primer emperador romano cristiano) decidió
que Jesús debió haber nacido. Cientos de fieles cristianos visitaban el lugar
con una particular adoración.
Entrada a la sección de las tumbas en el Hebrón
En esa misma visita a Belén nos transportamos al Hebrón. Ubicado también en la región de
palestina y donde vive una pequeña colonia judía en un ambiente de gran
tensión. Este pequeño lugar resguarda los restos de Abraham el patriarca de los
judíos y pilar de las tres religiones monoteístas. Al bajar del camión que nos transportó
a este lugar, decenas de guías palestinos se acercaron para llevarnos por el
sitio. Al intercambio de pocas palabras
nos dimos cuenta que los guías parecían mas bien promotores del odio o
resentimiento, pues hablaban de llevarnos a lugares donde atestiguaríamos las
injusticias y atrocidades que los judíos han cometido en su contra. Llamándolos
cáncer de la humanidad o tratando de explicarnos que los musulmanes no son el
problema de nuestros tiempos, sino los judíos. Haciendo caso omiso a sus comentarios y evitando involucrarnos en un conflicto
ancestral y que en forma evidente no tendrá un buen fin, mejor seguimos solos
y cruzamos varios antiguos arcos que se encuentran debajo de los edificios principales donde la vida urbana sucedía. Pasamos por rigurosos puestos de control instalados por la
policía Israelí, y nos cuestionaban sobre
nuestra nacionalidad o religión.
Esta policía militar escondía su rostro detrás de cascos y máscaras
con grandes anteojos, que junto con su uniforme y chaleco antibalas se mostraban
intimidantes. Una vez penetrando el área resguardada y después de enseñar
nuestros pasaportes, los rostros ya
descubiertos de jóvenes Israelís se mostraban sonrientes, pero al mismo tiempo
denotaban frustración por encontrarse en un área en eterno conflicto.
Una de las estaciones del viacrusus
Sobre la Jerusalén de Herodes el grande, camino y vivió Jesús sus últimos días. Sin
embargo hoy existe un simbólico viacrucis que representa los dolorosos momentos
que paso Jesús antes de ser crucificado. Esta es conocida como la vía dolorosa,
la cual se encuentra marcada con lunetas en ciertas callejuelas de la ciudad
antigua. Esto se hizo de acuerdo a los registros bíblicos sobre los sucesos que
ocurrieron antes de su crucifixión, como
las caídas que tuvo el profeta al cargar la cruz por ejemplo. La vía dolorosa comienza en la puerta de los
leones, cerca de la antigua fortaleza Antonia, dirigiéndose a través de la ciudad
antigua a la Iglesia del Santo Sepulcro.
Policia Israeli y monjes franciscanos en evidente actitud durante el viacrusis
El viernes visitamos el conocido muro de los lamentos para
presenciar el Sabbat que es el día santo de la semana judía. El Sabbat
comienza a partir del atardecer del viernes hasta el momento en que se
puede ver la primera estrella en el firmamento el día sábado.
Muro de los lamentos durante el sabbat
El muro de los
lamentos es el último vestigio que permanece en pie del gran templo que hizo
construir Herodes el grande y que fue destruido por los romanos durante la gran
rebelión la cual culmino en el año 70 D.C. La destrucción estuvo a cargo del general
Tito y este dejo tan solo esta parte del templo para que los judíos no
olvidaran que fue Roma quien venció en Judea.
Durante
dos mil años este lugar estuvo fuera del dominio Judío, aunque durante todo el tiempo fue un lugar de
peregrinaje para estos. No fue sino hasta la guerra de los seis días en la que
una coalición árabe enfrento a Israel en
el año de 1967 y al ser derrotada por el poderío militar sionista, Jerusalén
quedo dentro de sus dominios nuevamente. Hoy en día centenares de judíos ortodoxos oran
y se congregan durante el Sabbat frente al muro. En las oraciones los judíos
ponen papeles con sus peticiones entre las grietas del muro, pues es la
creencia que en el templo reside Dios. Así mismo bailotean al rezar con
movimientos muy extraños. Hay muchas interpretaciones de porque hacen eso, pero
al final creo que todas o ninguna se debe de tomar por buena. Unos dicen que
dicho movimiento asemeja el movimiento de una flama, o que ese bailoteo es
producto de la fuerza estremecedora que produce la oración al entrar en contacto con dios.
Durante el Sabbat la actividad económica de Israel se ve
paralizada casi por completo ya que de acuerdo a la religión, el dinero no debe
ser tocado por nadie y es por eso que
nosotros decidimos estar, visitar y comer en la parte árabe de la ciudad. El sábado por la tarde esperamos en el hostal
a que saliera la primera estrella en el cielo para ir a cenar en el área de
bares y restaurantes que se llena de vida los sábados por la noche.
Al dirigirnos a esta área, vimos una gran manifestación de judíos ortodoxos
en las calles que era controlada o contenida
por la policía. Al parecer el
motivo de la manifestación era una exigencia al gobierno para que no dejara circular taxis en la ciudad
durante el Sabbat, ya que este tipo de servicio lo proveen los palestinos a
quienes no les importa el Sabbat o las reglas de la tora. Por lo tanto
gustosamente tocan los shekels que les caen en las manos. Mientras eso sucedía un pequeño grupo de
jóvenes Israelís que caminaban justo al lado de la manifestación, se enfureció y empezaron a golpear a algunos
ortodoxos que se encontraban en su camino. Rápidamente la policía intervino y
trato de calmar los muy tensos ánimos que predominan en esta ciudad en el día a
día.
Cuando el pequeño grupo de jóvenes finalmente se
alejaba, amenazaban a los ortodoxos
mientras caminaban. De hecho un poco más
tarde y al estar sentados en las sillas exteriores de un restaurant. Vimos
pasar de nuevo al ahora grande grupo de jóvenes
con dirección hacía el sitio donde ocurría la manifestación.
Al parecer gran parte de la juventud de Israel, no es precisamente devota de su fe y
todo este tema de la religión, junto con las tensiones que está puede llegar a
ocasionar, los enoja en sobremanera; Debido a que son ellos los que deben de
enfrentarse en combate por culpa de las creencias de los ortodoxos, quienes no
están obligados a enlistarse en el ejército o hacer el servicio militar,
mientras ellos si lo están perdiendo
algunos años de su juventud.
La cupula de la roca
Contentos porque ya nos quedaban pocos días en la santa pero muy tensa
ciudad de Jerusalén, pensamos que no podíamos despedirnos de Jerusalén sin
visitar la Roca, pues es una de las
edificaciones más emblemáticas de Jerusalén.
La Roca es una mezquita que se ubica justo en la parte de arriba del muro de
los lamentos y en la parte alta de la ciudad vieja. Esta fue construida entre los años 687 y 691 por el noveno califa, Abd al-Malik. .
Dentro del templo se
encuentra una roca, la cual según el Islam es el punto de donde se impulsó
Mahoma
para elevarse al cielo junto con el arcángel Gabriel.
Claro está que al encontrarse en tierra alta de la base del
muro de los lamentos, es otro punto de
tensión para las dos religiones. Al
ingresar al área del patio que rodea la mezquita se debe de cruzar otro punto
de control para evitar la filtración de armas.
Ya que los judíos acusan a los palestinos de haber lanzado rocas desde
el patio que rodea a la mezquita a la base del muro de los lamentos durante el Sabbat.
Después de 10 días en Israel partimos hacia la frontera de
Jordania con el objetivo de cruzar a este país y visitar las ruinas de petra y
las ruinas de romanas de gerasa. En el camión conocimos a un norteamericano cristiano
que también se dirigía a Jordania y durante el camino mantuvimos conversaciones
de diferentes tópicos, pero invariablemente desemboco en un tema religioso.
Citando algunas de sus palabras: “El día del juicio final se encuentra cerca y
el tiempo se les agota a los judíos para aceptar a Jesús como su verdadero
salvador y el perdón de sus pecados”
Me gustaría tener una mayor riqueza en el lenguaje para
poder describir lo contentos que nos sentimos al cruzar la frontera con
Jordania y los hastiados que nos sentíamos de la tierra santa con sus rituales y fanatismos
religiosos llevados al extremo.
Mi familia (Blanca y Asia) y yo, llevábamos casi
cinco meses viajando por África con destino a Medio Oriente e Israel estaba en
nuestro itinerario. Tras las
pisadas de Moisés cruzamos la frontera
de Egipto con destino a Jerusalén. La
tierra prometida.
Jerusalén una tierra disputada a través de tiempos muy
remotos por diferentes culturas y religiones. Su silencioso testimonio ha visto
nacer religiones y profetas, pero ha
visto morir a muchos más como defensores o víctimas de las mismas.
He visitado muchos centros urbanos de diferentes culturas a
través de mi vida. Unos revelan un pasado glorioso entre sus ruinas
abandonadas, otros apenas y tienen
pequeños vestigios históricos de un mejor pasado, entre una urbanidad del tercer mundo. Pocos se encuentran
en su momento con soberbios monumentos
que vanaglorian sus victorias y
edificaciones que denotan abundancia y
riqueza.
Jerusalén es totalmente distinta a las demás. Jerusalén
pareciera resumir la historia de todos aquellos lugares que fueron y aun son. Jerusalén
ha visto el nacer y el ocaso de arrogantes imperios y culturas. Egipto,
Babilonios, Asirios, Griegos, Romanos, Otomanos, etc. Inclusive da la impresión
de que verá el ocaso de las potencias actuales.
Jerusalén es el corazón de la humanidad misma. Que solo dejará de latir
para dar fin a nuestra civilización.
Masada y vistas |
Recuerdo que cuando cruzamos la frontera. Fui cuestionado
por el origen de mi nombre. La religión de mi padre y de mi abuelo. Esto
sucedió debido a que mi aspecto se asemeja a la de una persona de origen semita.
Al llegar al hostal donde nos hospedamos. Conocimos a un
grupo de tres chilenos. Dos de ellos eran hermanastros. Raúl
era hijo de una mujer gentil y vive en España, Deborah su hermana, era hija de una joven mujer judía. Según la lectura que hice de la situación,
Deborah sintió ese fuerte llamado que
sienten muchos judíos en cierto momento de sus vidas. El retorno a la tierra prometida por Jehová al pueblo de
Israel. El otro Chileno era Rodrigo, el
novio de Deborah quien daba la impresión de sentirse rebasado y tal vez
frustrado por no poder comprender como es que su novia renunciaba al mundo
donde nació y vivió toda su vida, dejando atrás todo…….. Inclusive la relación que ellos tenían.
Juntos rentamos un carro para ir a Masada.
La cual escalamos durante el alba,
mientras nos extasiábamos con las impresionantes vistas del desierto y las
hermosas tonalidades que toma durante el amanecer.
Masada
fue el último bastión de los judíos rebeldes al imperio romano hace
dos mil años. Irónicamente sus vestigios denotan una gran influencia romana
debido a que el gran constructor de las ruinas de Masada fue Herodes el grande.
El protegido por los romanos y odiado por el pueblo que gobernaba. El valiente pueblo de Israel que se refugiaba
en Masada, decidió quitarse la vida antes de otorgarle el poder a los romanos de humillarlos y
masacrarlos. Esto representa la antesala
de la diáspora que duró dos mil años y ese
mismo acto de valentía que enorgullece tanto a los judíos hoy en día, les daría
la fortaleza necesaria a muchos de ellos para afrontar las atrocidades que les infringieron los nazis durante la
segunda guerra mundial.
Vistas del desierto desde masada |
Desde los pequeños ventanales que aún permanecen en el muro perimetral de la antigua fortaleza, se pueden ver las aguas del mar muerto y por
el otro lado la improvisada rampa de tierra que los romanos construyeron para
subir, con la intención de aniquilar a los revoltosos. Al estar ahí, es
prácticamente imposible no pensar que desde esas mismas ventanas, los rebeldes
observaban el avance romano y el fatídico destino que los esperaba; Orillándolos
a tomar la valiente decisión del suicidio colectivo. El cual consistió en
elegir a unos cuantos para que apuñalaran a todos, a uno de ellos para que
apuñalara a los verdugos y finalmente suicidarse.
Durante nuestra estancia en el área, también visitamos Belén, hoy parte de
palestina y que se encuentra amurallada por Israel para contener a los
palestinos dentro de sus cada vez más reducidos territorios. Conocimos el lugar
donde la esposa de Constantino el grande, (el primer emperador romano cristiano) decidió
que Jesús debió haber nacido. Cientos de fieles cristianos visitaban el lugar
con una particular adoración.
Entrada a la sección de las tumbas en el Hebrón |
En esa misma visita a Belén nos transportamos al Hebrón. Ubicado también en la región de
palestina y donde vive una pequeña colonia judía en un ambiente de gran
tensión. Este pequeño lugar resguarda los restos de Abraham el patriarca de los
judíos y pilar de las tres religiones monoteístas. Al bajar del camión que nos transportó
a este lugar, decenas de guías palestinos se acercaron para llevarnos por el
sitio. Al intercambio de pocas palabras
nos dimos cuenta que los guías parecían mas bien promotores del odio o
resentimiento, pues hablaban de llevarnos a lugares donde atestiguaríamos las
injusticias y atrocidades que los judíos han cometido en su contra. Llamándolos
cáncer de la humanidad o tratando de explicarnos que los musulmanes no son el
problema de nuestros tiempos, sino los judíos. Haciendo caso omiso a sus comentarios y evitando involucrarnos en un conflicto
ancestral y que en forma evidente no tendrá un buen fin, mejor seguimos solos
y cruzamos varios antiguos arcos que se encuentran debajo de los edificios principales donde la vida urbana sucedía. Pasamos por rigurosos puestos de control instalados por la
policía Israelí, y nos cuestionaban sobre
nuestra nacionalidad o religión.
Esta policía militar escondía su rostro detrás de cascos y máscaras
con grandes anteojos, que junto con su uniforme y chaleco antibalas se mostraban
intimidantes. Una vez penetrando el área resguardada y después de enseñar
nuestros pasaportes, los rostros ya
descubiertos de jóvenes Israelís se mostraban sonrientes, pero al mismo tiempo
denotaban frustración por encontrarse en un área en eterno conflicto.
Una de las estaciones del viacrusus |
Sobre la Jerusalén de Herodes el grande, camino y vivió Jesús sus últimos días. Sin
embargo hoy existe un simbólico viacrucis que representa los dolorosos momentos
que paso Jesús antes de ser crucificado. Esta es conocida como la vía dolorosa,
la cual se encuentra marcada con lunetas en ciertas callejuelas de la ciudad
antigua. Esto se hizo de acuerdo a los registros bíblicos sobre los sucesos que
ocurrieron antes de su crucifixión, como
las caídas que tuvo el profeta al cargar la cruz por ejemplo. La vía dolorosa comienza en la puerta de los
leones, cerca de la antigua fortaleza Antonia, dirigiéndose a través de la ciudad
antigua a la Iglesia del Santo Sepulcro.
Policia Israeli y monjes franciscanos en evidente actitud durante el viacrusis |
El viernes visitamos el conocido muro de los lamentos para
presenciar el Sabbat que es el día santo de la semana judía. El Sabbat
comienza a partir del atardecer del viernes hasta el momento en que se
puede ver la primera estrella en el firmamento el día sábado.
Muro de los lamentos durante el sabbat |
El muro de los
lamentos es el último vestigio que permanece en pie del gran templo que hizo
construir Herodes el grande y que fue destruido por los romanos durante la gran
rebelión la cual culmino en el año 70 D.C. La destrucción estuvo a cargo del general
Tito y este dejo tan solo esta parte del templo para que los judíos no
olvidaran que fue Roma quien venció en Judea.
Durante
dos mil años este lugar estuvo fuera del dominio Judío, aunque durante todo el tiempo fue un lugar de
peregrinaje para estos. No fue sino hasta la guerra de los seis días en la que
una coalición árabe enfrento a Israel en
el año de 1967 y al ser derrotada por el poderío militar sionista, Jerusalén
quedo dentro de sus dominios nuevamente. Hoy en día centenares de judíos ortodoxos oran
y se congregan durante el Sabbat frente al muro. En las oraciones los judíos
ponen papeles con sus peticiones entre las grietas del muro, pues es la
creencia que en el templo reside Dios. Así mismo bailotean al rezar con
movimientos muy extraños. Hay muchas interpretaciones de porque hacen eso, pero
al final creo que todas o ninguna se debe de tomar por buena. Unos dicen que
dicho movimiento asemeja el movimiento de una flama, o que ese bailoteo es
producto de la fuerza estremecedora que produce la oración al entrar en contacto con dios.
Durante el Sabbat la actividad económica de Israel se ve
paralizada casi por completo ya que de acuerdo a la religión, el dinero no debe
ser tocado por nadie y es por eso que
nosotros decidimos estar, visitar y comer en la parte árabe de la ciudad. El sábado por la tarde esperamos en el hostal
a que saliera la primera estrella en el cielo para ir a cenar en el área de
bares y restaurantes que se llena de vida los sábados por la noche.
Al dirigirnos a esta área, vimos una gran manifestación de judíos ortodoxos
en las calles que era controlada o contenida
por la policía. Al parecer el
motivo de la manifestación era una exigencia al gobierno para que no dejara circular taxis en la ciudad
durante el Sabbat, ya que este tipo de servicio lo proveen los palestinos a
quienes no les importa el Sabbat o las reglas de la tora. Por lo tanto
gustosamente tocan los shekels que les caen en las manos. Mientras eso sucedía un pequeño grupo de
jóvenes Israelís que caminaban justo al lado de la manifestación, se enfureció y empezaron a golpear a algunos
ortodoxos que se encontraban en su camino. Rápidamente la policía intervino y
trato de calmar los muy tensos ánimos que predominan en esta ciudad en el día a
día.
Cuando el pequeño grupo de jóvenes finalmente se
alejaba, amenazaban a los ortodoxos
mientras caminaban. De hecho un poco más
tarde y al estar sentados en las sillas exteriores de un restaurant. Vimos
pasar de nuevo al ahora grande grupo de jóvenes
con dirección hacía el sitio donde ocurría la manifestación.
Al parecer gran parte de la juventud de Israel, no es precisamente devota de su fe y
todo este tema de la religión, junto con las tensiones que está puede llegar a
ocasionar, los enoja en sobremanera; Debido a que son ellos los que deben de
enfrentarse en combate por culpa de las creencias de los ortodoxos, quienes no
están obligados a enlistarse en el ejército o hacer el servicio militar,
mientras ellos si lo están perdiendo
algunos años de su juventud.
La cupula de la roca |
Contentos porque ya nos quedaban pocos días en la santa pero muy tensa
ciudad de Jerusalén, pensamos que no podíamos despedirnos de Jerusalén sin
visitar la Roca, pues es una de las
edificaciones más emblemáticas de Jerusalén.
La Roca es una mezquita que se ubica justo en la parte de arriba del muro de
los lamentos y en la parte alta de la ciudad vieja. Esta fue construida entre los años 687 y 691 por el noveno califa, Abd al-Malik. .
Dentro del templo se
encuentra una roca, la cual según el Islam es el punto de donde se impulsó
Mahoma
para elevarse al cielo junto con el arcángel Gabriel.
Claro está que al encontrarse en tierra alta de la base del
muro de los lamentos, es otro punto de
tensión para las dos religiones. Al
ingresar al área del patio que rodea la mezquita se debe de cruzar otro punto
de control para evitar la filtración de armas.
Ya que los judíos acusan a los palestinos de haber lanzado rocas desde
el patio que rodea a la mezquita a la base del muro de los lamentos durante el Sabbat.
Después de 10 días en Israel partimos hacia la frontera de
Jordania con el objetivo de cruzar a este país y visitar las ruinas de petra y
las ruinas de romanas de gerasa. En el camión conocimos a un norteamericano cristiano
que también se dirigía a Jordania y durante el camino mantuvimos conversaciones
de diferentes tópicos, pero invariablemente desemboco en un tema religioso.
Citando algunas de sus palabras: “El día del juicio final se encuentra cerca y
el tiempo se les agota a los judíos para aceptar a Jesús como su verdadero
salvador y el perdón de sus pecados”
Me gustaría tener una mayor riqueza en el lenguaje para
poder describir lo contentos que nos sentimos al cruzar la frontera con
Jordania y los hastiados que nos sentíamos de la tierra santa con sus rituales y fanatismos
religiosos llevados al extremo.
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